Política exterior

EL PAÍS

¿De qué se alegran?

Con un entusiasmo y una alegría que no he visto en ningún Parlamento del mundo, los diputados y diputadas del Partido Popular aplaudían a rabiar la resolución que proponen para abrir paso a la guerra contra Irak y la negativa a dar cualquier oportunidad a los inspectores para que rematen su objetivo ¿Por qué estarán tan contentos con la que nos espera?

EL PAÍS

No a la guerra: los argumentos

Es fácil decir que todos estamos contra la guerra. Y seguramente es verdad en la inmensa mayoría de los casos. La política es poliédrica y cada uno verá lo que dice desde el prisma que le convenga. Tanto los defensores del conflicto con Irak, como los que se oponen, defenderán sus posiciones como las más correctas en el camino de la paz.

EL PAÍS

Habrá guerra

El despliegue se desarrolla inexorable. Como si de una invasión de hispanos se tratara, se llena de Sánchez, Pérez, Garcías y González -incluso-. El Golfo se llena de tropas dispuestas a combatir al cabeza visible del «eje del mal». La ventana temporal de oportunidad se acerca en el duro desierto bíblico.

EL PAÍS

Se olvidan las prioridades

Y continúa la incertidumbre. O se acrecienta con la ‘inevitable’ guerra contra Irak, convertida en ocasión electoral, mientras se suceden nuevos atentados, en Indonesia -Bali-, en Finlandia, en Chechenia, en el Golfo Arábigo.

EL PAÍS

Amistad, no sumisión

Les contaba en julio lo difícil que se está poniendo ser amigos leales del socio americano. Y con la emoción del primer aniversario del horror del 11 de septiembre no sólo se estrechan los márgenes, sino que los que tienen algo que decir, desde posiciones solidarias pero con criterio libre, empiezan a pasar al campo de los condenados de la tierra.