Felipe González: «El peor cáncer de Europa es la mezcla entre nacionalismo y populismo»

Felipe González: «El peor cáncer de Europa es la mezcla entre nacionalismo y populismo»

Felipe González participó este miércoles en una conversación con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dentro del ciclo España 40-40, que organiza el diario EL PAÍS.

González subrayó el abanico de amenazas que se ciernen sobre la UE. “La recuperación está ahí, la crisis existencial tal vez haya pasado, pero la Unión tendrá problemas si se olvida del pilar social, de los parados y de las desigualdades”, afirmó el exdirigente socialista.

Europa crece en torno al 2,5%; España, por encima del 3%. Pero hay más de 20 millones de parados en el continente (y más de cuatro millones en España), y las heridas de la Gran Crisis se dejan sentir con lacerantes cifras de pobreza. España no se libra de esa tendencia. Y aun así, González subrayó que por debajo de los Pirineos “ni una sola fuerza política ha jugado al extremismo antieuropeo”, a pesar de la dureza de la crisis. “Con la excepción de Carles Puigdemont”, apostilló.

González y Juncker coincidieron en que el populismo nacionalista y la extrema derecha son “la gran amenaza” para Europa. En parte, por un extraño efecto imitación: “El problema no son tanto esos partidos ultra como los partidos tradicionales que están copiando sus propuestas”, criticó Juncker, que pertenece a la familia del centroderecha europeo. El jefe del brazo del Ejecutivo de la UE, que no aludió expresamente al desafío independentista catalán, sí repasó la contribución de España a la construcción europea al señalar que el país “se ha comportado como uno de los Estados miembros fundadores” en sus más de tres décadas en la Unión.

El pesado lastre de la crisis se deja notar aún tanto en el desempleo como en los indicadores sociales, incluso en los riesgos relacionados con el abultado endeudamiento en algunos países y en problemas puntuales dentro del sector financiero. Los recientes atentados terroristas han puesto en alerta a los Ejecutivos europeos, conscientes de que deben dar pasos adelante en el capítulo de la seguridad. La crisis migratoria está lejos de las cifras alarmantes de 2015, pero va a seguir ahí durante mucho tiempo. Y el Brexit está destinado a cambiar la fisonomía de la UE en los próximos años. La policrisis europea, en fin, no termina de desvanecerse; Juncker, sin embargo, cree que ninguno de esos desafíos es tan importante como el relacionado con el nacionalismo y los ultras. Aunque concede que el divorcio con el Reino Unido será una fuente de problemas en breve. “La primera fase de negociación fue más fácil que la que tenemos por delante, en la que puede ser más complicado mantener la unidad de los Veintisiete”, avisó.

Fuente: EL PAÍS

Entrevista para EURO NEWS

Por otra parte, y aprovechando su estancia en Bruselas, el expresidente concedió una entrevista al portal de noticias Euro News que puede leerse en este enlace.